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La idea de hablar con las plantas puede parecer una locura y, quizás, una tontería para muchas personas. Las plantas no tienen cerebro y no son capaces de comunicarse de ninguna forma. Sin embargo, estudios recientes revelan que en realidad “las plantas se comunican entre sí” e incluso pueden responder cuando los humanos se comunican con ellos.
Aunque no hay conclusiones definitivas con respecto a la comunicación entre plantas, ahora es reconocido como un estudio válido en la comunidad científica. Aquellos que participan en este tipo de estudio ya son tratados con respeto
El concepto de que las plantas se benefician de la conversación humana se remonta a 1848. El profesor alemán Gustav Fechner publicó un libro llamado Nanna o Soul-life of Plants. Su idea se hizo popular y ha inspirado a muchos investigadores a examinar más de cerca la evidencia científica de que las plantas realmente pueden responder a la conversación humana.
La conversación humana interfiere en el crecimiento de las plantas
Rich Marini, del Departamento de Horticultura del Estado de Pensilvania, dijo que el crecimiento de las plantas puede ser inducido por muchos factores, como el viento o las vibraciones. Dado que los sonidos son básicamente vibraciones, la conversación humana con las plantas puede provocar posibles cambios. Los investigadores coreanos publicaron el resultado de su estudio en 2007 y coincidía con la idea de Marini. Probaron reproducir sonidos a 70 decibelios cerca de las plantas y respondieron. Sus genes se activaron durante el proceso. El estudio también concluyó que a medida que aumentaba la frecuencia, también aumentaba la actividad genética.
La forma en que las plantas evolucionaron para responder a las vibraciones se ve afectada principalmente por la necesidad de sobrevivir en ambientes ventosos. En lugares ventosos vemos plantas más bajas pero con tallos más gruesos. Esto es necesario para que sigan con vida. Por eso, muchos investigadores creen que conversar con las plantas realmente puede interferir en su crecimiento.
También hay algunas teorías que sugieren que podría ser el dióxido de carbono liberado por los humanos al hablar, lo que realmente ayuda a que las plantas crezcan. Sin embargo, los escépticos dicen que si esta idea fuera cierta, los humanos tardarían varias horas en hablar antes de que las plantas pudieran obtener el dióxido de carbono necesario para crecer.
Redes de comunicación de plantas subterráneas
Debajo del suelo, las plantas participan en una forma compleja de comunicación a través de sus raíces y redes de hongos asociadas, a menudo denominada “Red de madera“.
Esta red está formada principalmente por hongos micorrízicos, que conectan las raíces de diferentes plantas. A través de estas conexiones, las plantas pueden compartir nutrientes, agua e información.
Por ejemplo, una planta que sufre una deficiencia de nutrientes puede recibir suministros de una planta vecina a través de esta red subterránea. Esta relación simbiótica no solo facilita la comunicación, sino que también fomenta una comunidad vegetal de apoyo.
Las plantas pueden hablar entre sí
En un estudio publicado en 1983, hubo una revelación impactante acerca de que las plantas podían comunicarse entre sí. Se decía que los sauces, los arces azucareros y los álamos se advertían mutuamente sobre un posible ataque de insectos.
Esto allanó el camino para que los otros árboles que no sufrieron daños pudieran protegerse del ataque, liberando productos químicos para repeler los insectos. También hay algunos estudios que sugieren que las abejas y las plantas podrían captar las señales de otras. Por eso el proceso de polinización suele tener éxito.
El futuro de la comunicación vegetal
El estudio sobre la comunicación de las plantas no es tan grande por el momento. Hay solo unos pocos investigadores dedicados a este tipo de estudios. Sin embargo, ya existe una tecnología diseñada para que los humanos escuchen a las plantas. Utilizan un sensor acústico para escuchar cómo explotan las burbujas de las plantas. El dispositivo amplifica los sonidos y los hace más fáciles de escuchar. Sin embargo, esta tecnología sigue siendo muy costosa.
La idea de comunicación vegetal también puede resultar muy útil, especialmente en el ámbito de la agricultura. Si se puede inventar un dispositivo que imite las señales de advertencia de las plantas, entonces se podrá ayudar a los cultivos a sobrevivir a los ataques de plagas.
Aunque la teoría de la comunicación de las plantas se remonta a hace varios años, todavía se encuentra en su etapa inicial en el mundo de la ciencia. Con suerte, más investigadores dedicarán su tiempo a comprender cómo funciona todo esto y podrán proporcionar una prueba definitiva.
Por ahora lo mejor que podemos hacer es regar las plantas, asegurarnos de que reciban suficiente luz solar y cuidarlas bien como miembros importantes del equilibrio ecológico.
La comunicación vegetal es un testimonio de la complejidad y la interconexión de la vida en la tierra. Al emitir señales químicas, generar impulsos eléctricos y formar redes subterráneas, las plantas entablan una forma de diálogo tan intrincado como esencial para su supervivencia.
A medida que continuamos explorando y entendiendo este lenguaje oculto, no solo obtenemos conocimientos científicos, sino también una apreciación más profunda del extraordinario mundo de las plantas. De ahí, la importancia de las plantas para ser más respetuosos con las especies.