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Los calabacines son un alimento básico habitual en el huerto de verano. Son relativamente fáciles de cultivar y se pueden comer crudos, añadidos a ensaladas, ligeramente cocidos al vapor o asados.
De hecho, las variedades modernas de calabacín han sido cultivadas para producir una gran cantidad de frutos pequeños y sabrosos. Así que para aprender más al respecto, aquí te decimos cómo cultivar el calabacín paso a paso.
Características de la planta
Frescos y jugosos, los calabacines (Cucurbita pepo) forman parte de la extensa familia Cucurbitaceae. De hecho, muchas calabazas de invierno y de verano pertenecen a la misma especie C. pepo, por lo que “calabaza de verano” es una distinción culinaria y no biológica. Las calabazas de verano se comen cuando son inmaduras y tienen la piel tierna, mientras que las variedades de calabaza de invierno se dejan desarrollar pieles más duras que se conservan hasta bien entrados los meses más fríos del año.
A pesar de su nombre italiano, el calabacín y otras calabazas son originarias de América, donde eran un componente clave de la dieta indígena. La palabra calabaza proviene originalmente de la nación Narragansett, que la llamaba askutasquash, que significa cruda o sin cocinar. Los españoles, que las trajeron de regreso a Europa, las llamaron calabacitas, un nombre que todavía se usa ampliamente en América Latina. Una vez en Europa, los italianos acuñaron el nombre de zucca para sus parientes de huesos grandes y zucchini para sus parientes más pequeños, un nombre que ganó popularidad en los EE. UU. gracias a los inmigrantes italianos. En Francia, se le conoció como courge y courgette, que es como se les conoce en el Reino Unido.
El calabacín es una verdura alargada y cilíndrica, ligeramente más pequeña en el extremo del tallo, generalmente de color verde oscuro. La pulpa es de un blanco verdoso pálido y tiene un sabor delicado, casi dulce. El fruto del calabacín crece rápidamente y se cosecha entre 2 y 7 días después de la floración. Los calabacines demasiado maduros y los que ya pasaron su mejor momento pueden ser amargos.
Cómo y cuándo plantar los calabacines
Tener cuidado de no comenzar el proceso de plantación demasiado antes de la primavera. Incluso si las frutas logran formarse durante el clima frío, tendrán la piel picada por las heridas causadas por el frío. Por lo tanto, según el clima, se debe esperar al menos hasta mediados de la primavera para plantar, cuando el suelo se calienta. El peligro de heladas debería desaparecer por completo.
La siembra sucesiva es la mejor opción si se desea un suministro constante de calabacines durante toda la temporada de crecimiento. Según el clima, se debería poder plantar nuevas plantas de calabacín dos o tres veces durante la temporada para tener una cosecha constante. De lo contrario, la fruta inicial cosechada entre 50 y 60 días después de la siembra puede dar paso a una producción más lenta poco después.
Si se planta demasiado pronto, se puede utilizar cubiertas para hileras o mantillo para proteger las plantas por la noche si la temperatura desciende por debajo de los 60 grados. Además, tener estas cubiertas para hileras a mano en otoño para extender su cosecha.
Selección de un sitio para plantar. Si bien, se pueden plantar calabacines en hileras, elegir un sitio que permita aporcar la tierra hasta formar un montículo elevado, ya que ofrece varias ventajas. Debido a que los montículos de tierra se calientan más rápido al principio de la temporada, se puede sembrar las semillas lo antes posible después de la última posibilidad de heladas. El aporque también permite una mayor polinización porque los grupos de plantas pueden crecer juntos.
Además, los montículos proporcionan un mejor drenaje que las hileras planas. Esta técnica de jardinería también te permite incorporar abono al suelo. A las plantas de calabacín les gusta el suelo rico, y los montículos les dan un aporte extra de nutrientes que agradecerán.
Espaciado, profundidad y soporte. Plantar calabacines a una profundidad de entre 1,25 y 2,5 cm. Agrupar dos o tres plantas juntas en montículos para ayudarlas a polinizar. Sin polinización, no habrá frutos viables. Dado que cada flor femenina solo se abre durante un día, tener varias plantas creciendo cerca unas de otras mejorará en gran medida las posibilidades de lograr una polinización exitosa. Dicho esto, una vez que la planta comience a brotar del suelo, asegurarse de tener al menos 15 cm de espacio a su alrededor.
Cuidados de la hortaliza
Los calabacines son unas de las hortalizas más prolíficas y fáciles de cultivar en el campo de la jardinería. Incluso si estás planeando tu primer huerto, esta especie puede ser la ideal. He aquí el paso a paso:
Luz. Plantar el calabacín en un área que reciba pleno sol todos los días, preferiblemente al menos 6 horas o más.
Suelo. Cultivar las plantas de calabacín en un suelo rico, con buen drenaje y ligeramente ácido, con un pH de entre 6,0 y 6,5. Crecerán mejor en un suelo húmedo, pero no demasiado saturado. Considerar plantar especies que acompañen a los calabacines. Cultivos como frijoles y maíz y flores como caléndulas y capuchinas ayudan con el control de plagas y agregan nutrientes cruciales al suelo compartido.
Agua. Regar cuando la capa superior del suelo esté seca al tacto, aproximadamente 2.5 cm por semana. Aumentar el riego en regiones cálidas o secas y en períodos de sequía. Un programa de riego constante es fundamental para el calabacín. De lo contrario, puede dar lugar a frutos de forma extraña o con un sabor desagradable.
Temperatura y humedad. El calabacín no tolera las heladas ni las temperaturas más frías. Lo ideal es que la temperatura se mantenga constantemente por encima de los 15˚C para que la planta prospere.
Fertilizante. Fertilizar regularmente, especialmente si el suelo no tiene una gran densidad de nutrientes. Utilizar un fertilizante multiuso 10-10-10, que debería cubrir todas las necesidades de la planta. Esto le dará el aporte de potasio, nitrógeno y fósforo necesario para una producción saludable de frutos. Para conocer la frecuencia y la cantidad a utilizar, seguir las instrucciones de la etiqueta del producto.
Polinización. Además de tener que lidiar con la corta vida de las flores de calabacín, también se necesitará que tanto las flores masculinas como las femeninas estén abiertas al mismo tiempo. Solo las flores femeninas dan fruto. Las flores masculinas están ahí estrictamente para fines de polinización. Las nuevas plantas de calabacín tienden a producir muchas flores masculinas al principio. Esto puede resultar frustrante para los jardineros cuando ven que florecen muchas flores pero no se forman frutos. Sin embargo, es importante tener paciencia. Una vez que las plantas maduren un poco, comenzarán a producir flores de ambos sexos. Y gracias a las primeras flores masculinas, ya debería haber muchos insectos polinizadores en la zona.
Poda. La poda es una tarea de mantenimiento esencial para cultivar calabacines sanos. Aumenta el flujo de aire alrededor de la planta, lo que reduce la amenaza de enfermedades causadas por el mildiu y extiende el período de cosecha. También mejora la visibilidad para detectar plagas como los barrenadores de la calabaza y permite que llegue más sol a la planta. El mejor momento para podar es cuando se ven las primeras flores formándose o los frutos cuajados. Para empezar, cortar las puntas, pero continuar podando según sea necesario durante la temporada. Tener cuidado de no podar demasiado cerca de los frutos en crecimiento. Cuando se corten las hojas, dejar las más grandes, especialmente los nudos cerca del último fruto que quedó. Cortar las hojas marrones o muertas. Tener cuidado de no cortar los tallos, ya que la planta quedaría vulnerable a las enfermedades.
Propagación. Afortunadamente, el calabacín es extremadamente fácil de cultivar a partir de semillas, y no es necesario comenzar a sembrar en interiores a menos que se quiera adelantar la temporada de crecimiento con semillas compradas o guardadas. Se puede sembrar las semillas directamente en el jardín y volver a hacerlo una vez que la primera ronda de plantas de calabacín haya madurado. Esperar ver la germinación en cuestión de días. Muchos jardineros hacen esta segunda siembra a mediados de julio o mediados de agosto (o ambos). Las plantaciones posteriores en la temporada suelen crecer incluso más rápido que una plantación de primavera.
El calabacín se puede propagar por semillas de forma sencilla y exitosa, sin mucha preparación. A continuación, te decimos cómo:
- Cortar un calabacín cosechado y sacar las semillas. Conservar un poco de pulpa.
- Colocar las semillas y la pulpa en un recipiente y, desechar el resto de la fruta.
- Fermentar las semillas añadiendo un poco de agua al recipiente.
- Esperar hasta que pase la última helada y las temperaturas diarias alcancen unos 21˚C.
- Transferir las semillas directamente al jardín a aproximadamente 1 cm de profundidad.
- Cubrir las semillas con tierra y un frasco de vidrio o botella de plástico para lograr un ambiente húmedo.
- Estar atento a las plántulas que surgen y retirar las más débiles para dejar espacio.
- Cosechar los calabacines cuando hayan alcanzado al menos 15 cm de largo.
Cosecha de calabacín. Cosechar el calabacín cuando tenga al menos 15 cm de largo y esté firme al tacto. Observar el color óptimo para la variedad que se está cultivando y verificar que la fruta coincida. Cuando es joven, el calabacín es tierno y lleno de sabor. No esperar demasiado para cosechar, ya que las semillas y las cáscaras pueden volverse duras y fibrosas. Una vez que la planta comienza a dar frutos, el calabacín crece rápidamente. Revisar las plantas a diario para recolectar el tamaño óptimo.
Plagas y enfermedades comunes. A los barrenadores de la calabaza les encanta el calabacín, especialmente a mediados del verano, cuando ponen sus huevos en la base de la planta. Cuando los huevos eclosionan, las larvas excavan en los tallos de las plantas y comienzan a alimentarse. Esto corta el flujo de agua a través de los tallos y puede matar rápidamente las plantas de calabacín.
Los adultos de los barrenadores de la calabaza son en realidad polillas. Sin embargo, a diferencia de la mayoría de las polillas, estos vuelan durante las horas del día. Como consejo, colocar cobertores de hileras sobre las plantas para evitar que las plagas pongan huevos en las plantas de calabacín. Sin embargo, si se utiliza este método de protección, habría que polinizar las flores a mano. Ahora que, si ya hay la presencia de barrenadores de calabaza en el suelo, retrasar la plantación durante un año para romper el ciclo de infestación.
Cultivo de calabacín en macetas
El calabacín es una fruta que prosperará en macetas si se dan las condiciones. Las plantas de calabacín pueden extenderse, por lo que las macetas pueden ser una buena idea si necesita más espacio en el jardín.
- Elegir una maceta con un diámetro mínimo de 60 cm y una profundidad mínima de 30 cm. Cualquier material servirá, pero asegurarse de que haya al menos un orificio de drenaje en la parte inferior.
- Llenar con una mezcla ligera para macetas que contenga un poco de abono, turba y perlita o vermiculita.
- Colocar el calabacín en maceta en un lugar que reciba de seis a ocho horas de luz solar cada día, si no más. A medida que la planta crezca, es posible que deba utilizar una estaca o una jaula para tomates para sostener las largas enredaderas.
El calabacín es uno de los vegetales más fáciles de cultivar y más prolíficos que existen en la jardinería.
Así que si estás decidido a iniciar tu propio huerto, el calabacín podría ser una excelente opción. Pero recuerda que existen más cultivos fáciles para tener un huerto espectacular.