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A la hora de elegir un jazmín para comprar, cabe destacar que es una planta con un aroma inconfundible que suele cautivar a cualquier persona, ya que ayuda a conectar con la naturaleza.
Así que si has decidido tener esta especie en tu jardín, habría que conocer los cuidados del jazmín para que se desarrolle de la mejor forma. He aquí cómo hacerlo en interiores y exteriores.
Cómo cuidar el jazmín en el jardín
No importa la época del año en la que te encuentres, es necesario aprender a cuidar el jazmín para que pueda florecer y deleitarte con sus flores y aroma.
El jazmín es una planta que varía su comportamiento dependiendo el clima. Así que puede comportarse como una especie perennifolia o como una caducifolia. Sin embargo, es mejor que se plante en un entorno con un clima suave sin altas temperaturas, pero que tampoco baje de los -3 °C, ya que no resisten las heladas fuertes.
Requiere de luz directa, pero no de forma continua. Al ser una planta propia de climas cálidos, agradece estar ubicado en un lugar donde el sol llegue de forma directa en buena parte del día para aumentar su floración.
Al igual que sucede con otras plantas, es importante regarla de manera regular, sobre todo en la primavera y el verano. En el invierno, lo ideal es regar solo cuando la tierra ha empezado a secarse.
El jazmín se adapta sin problemas a todo tipo de suelos, pero dentro de lo posible, habría que evitar plantarlo en los suelos de tipo arcilloso. Además, precisa de un buen sustrato universal y un abono durante los meses previos a la floración.
Es una planta de jardín que requiere de una poda específica dependiendo del clima y lugar donde se encuentre:
En el verano se recomienda hacer una poda ligera tras la primera floración. Habría que realizar una poda más superficial, dejando de entre 2 o 3 yemas. De esta forma, se asegura el florecer el siguiente año.
En el invierno habrá que realizar una poda siempre después de la primera floración. La poda debe de ser fuerte para fortalecer y aumentar su formación en la primavera.
Cómo cuidar el jazmín en maceta
El cuidado del jazmín en maceta no es nada complicado. Por ello a continuación te digo cómo hacerlo.
De los factores más importantes cuando se cultiva un jazmín en maceta, es que es una planta que va a crecer mucho en una zona en la que esté expuesta al sol de manera directa. En el caso de que no sea posible, habría que colocarlo en semisombra aunque es necesario que le de la luz del sol un poco, aunque sea filtrado.
El riego debe ser moderado. Si el clima es seco y cálido, habrá que estar al pendiente del sustrato para evitar que pierda toda la humedad. En cambio, si llueve con mucha frecuencia no habrá necesidad de riego.
El jazmín requiere que se abone en la primavera hasta finales del verano. Para ello usa un abono que estimule la floración en la primavera y otro que fomente el crecimiento durante el verano. Estos abonos deberán ser líquidos y la dosis se mezcla con el agua del riego.
Otros abonos que resultan favorecedores para esta especie son las cáscaras de huevo troceadas y colocadas sobre la superficie del sustrato, los posos de té frescos, los granos de café y las cenizas de madera.
El tipo de poda del jazmín en maceta va a variar dependiendo de la planta que quieres tener: trepador o arbusto.
Trepador. La poda debe ser sencilla, ya que solo deberás cortar los tallos que estén secos, débiles o que se hayan roto.
Arbusto. Solo habría que recortar los tallos que estén largos, dejando crecer entre 4 y 6 hojas y recortando 2 a 4.
A finales del invierno, es buen momento para que el jazmín se trasplante a una maceta más grande. Esto se sabrá si se salen las raíces por los agujeros de las macetas o si ya lleva más de 3 años en el mismo tiesto.
Ahora que ya tienes más claro los cuidados del jazmín, solo deberás elegir el que más te guste, porque seguramente lucirá espectacular en donde decidas ubicarlo. Pero para que la decisión sea la adecuada, conoce los jazmines que debes tener en tu jardín o balcón y aciertes en tu decisión.
