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La cúrcuma es una planta herbácea, perenne, del sudeste asiático y de la India, perteneciente a la familia de las Zingiberáceas. Cuenta con tallos aéreos que pueden llegar a alcanzar hasta 60 cm de alto. El tallo subterráneo es un tubérculo con forma redondeada del cual se desarrollan otros tubérculos de forma alargada alrededor; posee un aroma intenso y característico. Tiene hojas anchas de color verde claro y flores simples de color amarillo o púrpura según las variedades.
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Cultivo de la cúrcuma
La cúrcuma prospera muy bien en terrenos sueltos, fértiles y humíferos, siempre y cuando no les falte humedad. Los suelos compactos o aquellos en los que el agua quede anegada, los perjudican. Cultiva la cúrcuma en macetas con un sustrato compuesto por tres partes de resaca de río, cinco partes de tierra negra y dos partes de arena.
El rizoma deberá plantarse en primavera a 8 cm de profundidad. Precisa riegos moderados cada cinco días a partir del momento en el que los brotes comiencen a aparecer en la superficie del suelo. La cúrcuma florece a mediados del verano y, finalizada esta época, deberá suspenderse el riego hasta que follaje se seque completamente.
El rizoma se levanta del terreno y se acondiciona en un sitio ventilado y seco hasta el momento de plantación en primavera. Cocina la cúrcuma durante 15 minutos en agua y seca al sol. La cúrcuma se emplea como colorante, condimento en la cocina y remedio popular.
Cómo se utiliza la cúrcuma
Esta planta perenne en el familiar del jengibre, se la denomina “E100” en la industria alimenticia actual y sirve como colorante para mantequillas, queso, batidos y mostazas, siempre en proporciones pequeñas. Se trata de uno de los componentes del curry, el cual le da color a este condimento.
Si vas a preparar algo rico en una olla, ten en cuenta que la cantidad adecuada de cúrcuma es apenas una cucharada de postre. Esta especie se combina muy bien con otras como el comino o la pimienta. Utilízala para hacer pastas, arroces, salsas, sopas, ensaladas, legumbres, verduras, etcétera. También puedes utilizarla con pescados o pollo. Podríamos decir que se trata del mejor sustituto del azafrán porque es mucho menos costosa y aunque tiene un sabor diferente, una cucharada de esta puede crear un platillo delicioso.
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