Un Jardín Catalán en Aragón

Un jardín catalán en Aragón
Recientemente acabamos de terminar otro jardín en las Cinco Villas, se trata de un espacio de unos 200 m2 divididos en tres áreas muy determinadas.
Todo el peso del jardín descansa en dos elementos que a primera vista llaman la atención, el primero de ellos es un olivo milenario especialmente escogido no solo por su edad sino por su tamaño y forma que destaca de manera sobresaliente.
La elección del olivo no ha sido casual, el olivo representa y simboliza paz y tranquilidad. Un olivo de estas características en una vivienda aportará longevidad, tranquilidad y prosperidad a sus habitantes.
El olivo presume siempre de una capacidad de regeneración infinita, el olivo renace siempre de sus cenizas, un olivo milenario aporta el sosiego y la armonía que las nuevas construcciones son incapaces de mostrar..
El otro elemento destacado es una fuente de piedra natural trabajada a mano hecha por artesanos locales que por si sola es capaz de llenar el espacio. Una cabeza de Neptuno, el Dios de los mares en la mitología griega, del que puede brotar agua de la forma calmada o bien la tempestad más descabellada si se le molesta.
Así como Neptuno sostiene el planeta, esta fuente sostendrá visualmente nuestro jardín, abrazaremos la fuente con una espesa vegetación que esta por crecer y llenara de equilibrio y belleza nuestra rincón. Acompaña este jardín un banco del mismo material trabajado a mano, para convertir el area en el rincón ideal para leer o descansar.
Os mostramos el proceso de creación de este jardín que esperamos se convierta en la pieza esencial de la casa para su moradores.

El primer espacio es el del olivo milenario. Utilizamos una pequeña mini-excavadora que nos preparó el terreno, listo para recoger el fabuloso olivo.
Una de las principales preocupaciones era la de crear zonas lo más autónomas y libres de mantenimiento posible, por lo que la malla antihierba de un gramaje 130 gr/m2 será lo más adecuado

No hemos sido capaces de transmitir toda la fuerza del olivo en las fotográfias por lo que solo los dueños de la casa serán los que realmente disfruten de su vista.

Es muy raro que creemos un jardín y no coloquemos alguna piedra especial. Por que las piedras significan estabilidad, naturalidad y resistencia. Aportan al jardín orden y aposento.


Rodeando al olivo colocamos una bordura de traviesas de tren nuevas.


El césped bien colocado y de calidad. Observese que también hemos puesto un sistema de riego para que el césped no se caliente tanto en verano y podamos refrescarlo a demanda.


La greda volcanica y la corteza nos crearan un mulching adecuado así como la mayor protección del suelo posible.

Esta es la segunda zona del jardín para ajardinar y pensada como zona de recogimiento.

Un gran macizo de lavandas conforma el jardín.

La greda volcanica y las borduras de material reciclado nos va dando forma al jardín.


Este es el elemento más característico de esta zona del jardín. Una cabeza de Neptuno y la pileta de piedra trabajada a mano.

Esta pequeña fuente esta coronada por dos bambús del tipo Semiarundinaria fastuosa, bambú capaz de llenarse de hojas de arriba abajo y no demasiado invasivo.

Y este es el tercer espacio.

Tres granados ejemplares con un grupo de agapanthus en el medio rellenan la última zona del jardín.
Gracias por llegar hasta aqui.
Y ya sabeis, si quereis un jardín de calidad, a Garden Center Ejea tendreis que llamar.
Por Carlos Morales
para Garden Center Ejea.