Con la presencia de un espacio verde, la limpieza es necesaria para conservar bien el lugar, sobre todo para que las especies y las plantas se encuentren sanas. Tras el mantenimiento del jardín puede que exista un excedente de tierra. Pero ¿acaso sabes cómo aprovecharla?
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Reutilizar la tierra
Lo primero que se debe hacer es vaciar la tierra a una superficie limpia. Puede ser en unas hojas de periódico sobre una mesa en el jardín o terraza, ya que al final resulta más fácil recoger todo.
Ahora bien, según el aspecto de la misma va a determinar cómo puede reutilizarse.
- Si la tierra está seca y se forman terrones, se puede reutilizar. No importan si la parte superficial tiene un aspecto grisáceo. Para ello, hay que deshacer los cúmulos con la mano. Si está en buenas condiciones se va a poder hacer la labor fácilmente.
- Si la tierra tiene raíces y restos de hojas, se debe quitar con las manos o con un rastrillo pequeño. Tampoco es necesario quitar las raíces finas.
Para estos casos, es preciso humedecer la tierra con un poco de agua y tapar con plástico. Ya sea que se guarde de nuevo en una bolsa o se coloque en una maceta. Si se deja al sol durante una semana puede acabar con hongos o larvas. Si no hace sol, se puede colocar en un recipiente tapado y desinfectar en el microondas durante 3 minutos. Al momento de plantar, se humedece y se le incorpora un sustrato universal y fertilizante como humus de lombriz.
- Si la tierra tiene insectos, es necesario desinfectarla. El método puede ser como el anterior, o bien, añadir agua y dejarla tapada al sol hasta que los animales desaparezcan (en un período de 10 días).
- Si la tierra es de color marrón arcilloso y mancha las manos, va aprisionar las raíces futuras y, por ende, no las dejará respirar. Para poder reutilizar, se debe secar y dejar suelta. Así que se debe regar en la maceta con agua hirviendo, tapar con plástico y dejar al sol durante 10 días hasta que quede completamente seca.
Cabe señalar que si las plantas han sufrido alguna enfermedad, no se puede usar la tierra, sobre todo si la enfermedad ha tenido hongos.
Así que pon manos a la obra y si tienes tierra de sobra, puedes aprovecharla al máximo.
