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El mantener un jardín bello y lleno de vida es primordial, pero también es importante contar con los componentes necesarios para que funcione al 100% y logre trabajar a la perfección.
El agua es un recurso indispensable, pero lamentablemente escaso, por lo que es importante vigilar al máximo su uso para no acabar con ella y que nos pueda proveer lo necesario. Así que a continuación te decimos cómo ahorrar agua en el jardín.
Consejos para ahorrar agua en espacios verdes
Plantar un jardín que llegue a soportar las épocas de sequía es una manera de apagar el grifo en tu jardín. Así que para no quedarnos en este punto, aquí tienes un par de consejos para ahorrar el agua mientras mantienes el espacio verde lleno de vida. ¡Toma nota!
Recuperar agua de lluvia. El obtener agua de lluvia es una gran idea. Para ello es muy fácil colocar macetas o recipientes al exterior, o bien, usar depósitos de lluvia. Solo habría que considerar que si se tienen muchas plantas, es importante que los suministros sean de mayor tamaño para usar a lo largo del año.
Minimizar la necesidad de riego. El minimizar la necesidad de riego puede ser desde hacer un diseño de jardín estratégico, colocar plantas resistentes en zonas menos protegidas y aprovechar la sombra con especies compatibles.
Elegir el mejor momento. Ya sea por programación de riego o manualmente, intenta regar en las noches o a primera hora del día. Estos son los mejores momentos para evitar que la radiación solar este a tope y se pueda prevenir la evaporación del agua. Además, esta planeación también aplica al sistema de riego por goteo, ya que al tratarse de un método más eficiente se va a maximizar la eficacia.
Plantas locales. El saber sobre las plantas autóctonas que sean del agrado es un gran gesto ecológico. Con esta loable labor se está fomentando la flora local e incluso la fauna que será atraída por ellas. Así como potenciar la biodiversidad en el jardín, reducir las necesidades de riego, ya que están adaptadas al entorno y las necesidades hídricas serán las que necesarias.
Regar lo indispensable. Hay que estar conscientes que cada planta requiere determinados cuidados, por lo que el regar lo justo e irse adaptando a las plantas puede hacer la diferencia. Es una tarea sencilla si se organiza adecuadamente con un calendario, planificando la ubicación, dividiendo el jardín por zonas de riego para poder tener un ahorro de agua.
Así que empieza por implementar estas recomendaciones para ahorrar el agua en el jardín. Verás que en lo que menos piensas podrás usar solo lo necesario y tu espacio verde lucirá espectacular. Ten en cuenta que es importante impulsar el uso adecuado del agua, por lo que una excelente idea es para correr la voz con tus vecinos para que tomen consciencia de ello.
Acciones para el uso adecuado del agua
Una de las principales preocupaciones a la hora de cuidar el jardín, es la manera de proporcionar el agua a sus plantas. Pero con estas acciones básicas podrás lograrlo.
- Divide el espacio verde por zonas de riego (zona intermedia, zona húmeda, zona seca), ya que unas plantas requerirán más de agua más que otras.
- En los bordes podrán ir aquellas especies que necesiten más agua.
- Protege a las plantas con cortezas o mantillo para evitar la evaporación de agua y, con ello, conserven lo más que se pueda de agua.
- Desecha la mala hierba, ya que resultan grandes competidoras del agua.
- Limita el uso del césped según las necesidades. La parte que más requiere de agua es el césped. Pero existen ciertos tipos de césped que son resistentes a la sequía.
- Ajusta los aspersores. Por lo regular se observan caminos o aceras muy mojadas porque al moverse el aspersor, el líquido se sale del jardín. Por tanto, si se colocan los dispositivos de manera que el agua caiga sobre el área indicada, será más eficaz.
- Regula la cantidad de agua que despiden los sistemas de riego para que no encharque las plantas.
- Coloca sistemas de riego por goteo para que se gaste menos agua y actúe de forma eficaz.
- Lo idóneo es regar por las noches o a primera hora del día, ya que ello va a evitar la evaporación rápida del agua.
- Ubica sistemas de aprovechamiento de agua fluvial y reutiliza el agua de lluvia. Para ello implementa aljibes o bidones.
- Usa mangueras, si es que es necesario para poder limpiar el área y no la dejes abierta todo el tiempo. Además, no la remplaces por la escoba.
- El uso de regaderas u otros recipientes clásicos pueden ayudar a mantener el jardín bien.
Riego de plantas sin gastar agua
Ahorrar agua en el jardín es una condición indispensable en el cultivo de tus plantaciones y una responsabilidad para el cuidado del medio ambiente, sobre todo en zonas que son propensas a la sequía. Por ello, las prácticas de riego inteligente redundan en grandes beneficios para las plantaciones que se cosechan en dichas zonas.
Riego en la zona adecuada. En verano el calor hace que el agua se evapore rápidamente, por lo que si se riega de manera superficial, se estará desperdiciando agua. Lo ideal es hacer un riego más profundo, dirigido a las raíces de las plantas. No solo es importante dirigir el chorro de agua, sino que también habría que regar lentamente para que la tierra pueda absorber mejor el agua, ya que si esta se encharca, gran parte se evaporará.
Riego a la hora correcta. Muchas personas cometen el error de regar durante las horas más calurosas, lo cual solo malgasta el agua por evaporación. Por eso, es conveniente regar durante las horas más frescas y evitar regar los días de mucho viento, ya que esto difuminará las gotas de agua alejándolas de las plantas. Además, habría que regar de manera más generosa, aunque sea menos veces a la semana, ya que las plantas podrán desarrollar mejor sus raíces y serán más resistentes en época de sequía.
Acolchado de materia orgánica. Extender sobre la tierra del jardín cortezas de pino o grava va a permitir conservar la humedad del suelo, evitando que este se caliente demasiado durante las horas de más calor y dañe las raíces de las plantas. Los acolchados también sirven para limitar el crecimiento de las malas hierbas, por lo que son una opción muy interesante a considerar tanto para ahorrar agua como para trabajar menos en el jardín.
Implementación de un sistema de captación de agua. Lo ideal sería que construir un sistema que permita recoger el agua de lluvia, de manera que se canalice en un depósito para regar el jardín. Aunque si el jardín no es muy grande, no será necesario que el sistema sea muy complejo, los típicos barriles de lluvia pueden bastar.
Aunque los romanos no fueron quienes inventaron los acueductos, si desarrollaron un sofisticado sistema de agua que permitió que prosperara la civilización. A partir de esta maravilla de la ingeniería, se aprovechó la topografía natural para maximizar los efectos de la gravedad.
Sistema de riego ecológico. La elección del sistema de riego determina la cantidad de agua que destinas al jardín. El riego por aspersión es recomendable para las zonas con césped, pero si se necesita regar plantas, se puede apostar por el riego por goteo para mantener la tierra húmeda y evitar la evaporación, además de ser un sistema muy sencillo de montar. No obstante, la técnica de riego por exudación va a permitirá ahorrar más agua. Consiste en una manguera, normalmente de poliéster tejido que exuda agua a lo largo de su superficie. Apuesta por automatizar el sistema de riego e incorpora un sensor de humedad para estar seguro de que solo se regará cuando las plantas realmente lo requieran.
El ahorrar agua se va a notar de manera significativa en los costes y el medio ambiente lo agradecerá. Así que están en nosotros empezar a cuidar más del agua, sin que eso genere un descontrol para las plantas y de más seres vivos. De igual forma, convendría saber cuáles son los depósitos de agua para el jardín para cubrir las necesidades.