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Es preciso recordar que las plagas suelen ser un dolor de cabeza y más si amenazan con la presencia en el jardín. Por ello es mejor solucionar el problema de tajo, así que para poder acabar con ellos es necesario saber con qué tipo de insectos se está enfrentando para no dañar ese espacio verde durante el invierno.
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Plagas típicas del invierno
Plagas o insectos que atacan raíces y tallos
Se trata de aquellos insectos que durante la época de invierno crecen bajo la tierra, las larvas de chinche son un claro ejemplo, en particular las larvas de chinche nebulosa, las cuales se desarrollan entre las raíces de plantas, abasteciéndose de ellas para poder sobrevivir.
Cuando las hortalizas se desmejoran sin un mal cuidado, es que están siendo devoradas por esas temibles larvas. Incluso algunas plantas tiernas florales pueden ser susceptibles a esta plaga. Para esos casos, se deberá airear la tierra, ya que esos insectos no podrán vivir a la intemperie invernal.
Plagas o insectos que atacan árboles
Si en el jardín existen agujeros profundos en un tronco o en la ramas de los árboles y además ocurre con frecuencia, quizás las orugas, larvas de mariposa o gusanos de coleópteros han estado excavando.
Estas especies de gusanos y larvas son consideradas como las más peligrosas del invierno. Trabajan con las mandíbulas, las cuales son capaces de acabar con un árbol si no se las erradica a tiempo. Una solución es colocar una solución de paradiclorobenceno que se pone en forma de anillo alrededor del tronco.
Cómo prevenir los insectos devastadores de forma natural
La biodiversidad es clave para la salud del jardín o espacio verde. Todos aquellos insectos que se alimentan de otros insectos pueden ser útiles para acabar con las plagas. Entre ellos se encuentran las mariquitas o vaquitas de San Antonio y las arañas. Una sola araña devora en año y medio cerca de 3,000 insectos. Otro animal benéfico son las hormigas, ya que también suelen alimentarse de insectos perjudiciales como el pulgón.
Otra forma de ahuyentar a las plagas es mediante la incorporación de ciertas plantas. El colocar plantas cuyas raíces resultan tóxicas para esos insectos cerca de aquellas que resultan un manjar, puede ser una opción excelente. De este modo, se va a lograr un jardín lleno de vida, frondoso y colorido, pero sobre todo saludable, sin importar la época del año.
