Contenido del artículo
Todas las especies de la familia Schophulariaceae producen flores en forma de zapatilla como la Calceolaria. Su nombre, en latín, es calceus y significa zapato pequeño. Muchas de estas plantas son compactas y arbustivas; aunque, las más cultivadas se utilizan para proporcionarle un toque colorido al jardín, también existen especias para el interior.
Quizás también te pueda interesar: Bougainvillea o Santa Rita, es una planta exótica, colorida y trepadora
Esta planta es originaria de Centroamérica y Sudamérica y la mayoría de las plantas de interior, son híbridos, que derivan de la Calceolaria crenatiflora que procede de Chile. Por lo general, se los denomina Calceolaria x. herbeohybrida. Son plantas para el interior y hay que tratarlas como bienales, dejándolas morir cuando la floración haya finalizado.
Si las adquieres maduras, solo disfrutarás de ellas un par de meses. Sus singulares flores brotarán durante el verano y mostrarán una amplia variedad de colores, desde el amarillo hasta el rojo pasando por el naranja y el rosa. Las hojas verdes, delgadas y ovaladas se encuentran recubiertas por una suave vellosidad.
Cuidados de la Calceolaria en primavera y verano
Riega la Calceolaria cuando veas que la superficie del compost está comenzando secarse, pero no la satures. Abona con fertilizante líquido cada 15 días y mantenla en un sitio luminoso sin exponerla a los rayos directos del sol. Proporciónale una atmósfera húmeda que propicie el desarrollo de las flores.
Cuidados de la Calceolaria en otoño e invierno
Las plantas jóvenes precisan una temperatura mínima de 7 °C y riego ocasional que mantenga el compost húmedo. Hacia finales de invierno, cultiva las plantas en macetas que las albergarán durante el verano. Es fundamental que se aireen y que las mantenga a una temperatura máxima de 13 °C. Rocíalas a menudo. La humedad se mantendrá también, sobre una capa de piedrecillas mojadas.
Propagación de la Calceolaria
Siembra semillas de la Calceolaria en primavera y verano en un sitio frío en una bandeja repleta de compost y colócala en el alféizar de una ventana. Distribuye las semillas a pares, sobre la superficie del compost y cubre el recipiente con papel periódico para que se mantengan a oscuras hasta que se produzca la germinación. Mantén el compost y la atmósfera húmedos. Descúbrelas cuando las primeras plántulas empiecen a aparecer. En verano, colócalas en una maceta. El recipiente ideal será de 10 cm de diámetro.
Te recomendamos leer: El Acebo es un arbusto muy decorativo, sobre todo para la Navidad
El pulgón verde, puede atacar a la Calceolaria si la dejas en una atmósfera húmeda. Usa un insecticida y traslada la planta un lugar más fresco.