Cultivo pistacho

Conozcamos las claves para el cultivo del pistacho

El cultivo del pistacho es muy antiguo y se tiene vestigios que era conocido por griegos, egipcios y romanos. Se introdujo en Italia desde Siria y posteriormente se extendió al resto de los países de la cuenca mediterránea. En España fue hasta la época romana y en Estados Unidos a mediados del siglo XIX.
Cultivo pistacho
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Características del árbol del pistacho

El pistacho es un árbol caducifolio dioico que pertenece a la familia Anacardiaciaceae. De ramificación lenta y copa amplia. El desarrollo es lento, pero la planta es muy longeva. El tronco suele ser corto y la corteza rugosa de color gris, con abundante ramificación y copa densa. Las hojas con pinnadas con 3 a 5 foliolos, lanceoladas u ovadas, de color verde oscuro en el haz y más pálidas en el envés. El follaje se torna rojo-anaranjado, de gran interés ornamental. Las flores femeninas y masculinas se encuentran en pies distintos, son pequeñas, de color verde pardo y aparecen en racimos o panículas axilares. Mientras que el fruto es una drupa monosperma rica en aceite, ovalado, seco, con cáscara dura y lisa.

Claves del cultivo del pistacho

Pistacho
Es un árbol muy rustico que soporta temperaturas extremas de calor y frío. En época de maduración precisa mucho calor y un ambiente seco para evitar que enferme. En invierno requiere de frío para poder asegurar una correcta floración y polinización.
El cultivo del pistacho se puede dar en una amplia gama de suelos (calcáreos, pobres, alcalinos, salinos, ácidos, etcétera), pero prefiere los franco-arenosos, profundos, bien drenados. El contenido calcáreo no debe ser inferior del 10%, siendo muy importante este elementos para la formación de los frutos.
Las necesidades de riego oscilan entre 300 y 600 mm, según la variedad. En general, en zonas áridas se cubren con dotaciones de riego entre 4.000 y 6.500 m3/ha. El riego localizado es el idóneo para el cultivo del pistacho, ya que este tipo de riego evita el encharcamiento.
Para conseguir un cultivo sano y un gran rendimiento es importante cuidar la fertilización. En regadío es usual colocar los abonos por fertirrigación para poder controlar al máximo la fertilización, adaptando las necesidades del cultivo en todo momento. Es muy común usar abonos foliares, pero también se puede emplear granulados en momentos que existe mucha humedad.
Al ser un cultivo muy rústico, las enfermedades y las plagas pueden llegar a afectar considerablemente. Dentro de la plaga más usual son los insectos picadores que actúan durante el verano dañando la cáscara.
La recolección se hace a finales de agosto y principios de septiembre, según la zona. La recolección se lleva a cabo con un vibrador con paraguas. Una vez que se ha recogido se tiene que procesar.
Así que al ser el pistacho un cultivo que está en auge, este puede ser el momento perfecto para plantarlo y, con ello, tener un fruto asegurado.

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