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Guía práctica sobre el abono para plantas


Una de las características esenciales en la obtención de un jardín prospero y hermoso, es un abonado correcto.

Las plantas que se implementan en el jardín requieren de varios factores para su rápido y sano crecimiento y, uno de ellos, es la cantidad de nutrientes que el suelo disponga, sumado al nivel de acidez del mismo en el cual algunas especies se sentirán mas cómodas que otras.

Pero para saber más al respecto, he aquí una guía práctica sobre el abono para plantas que sin duda será útil a la hora de enriquecer el suelo y, con ello, obtener un verdadero edén en casa.

Abonado de plantas

Para una planta el abono es siempre sinónimo de comida. De hecho, cumple la función de mantener la especie con la vitalidad suficiente para que pueda realizar con éxito los procesos de fotosíntesis, crecimiento, floración, etc.

Se puede encontrar de manera natural en la tierra, ya que las hojas secas que se desprenden de los árboles y otros restos orgánicos acaban por descomponerse. A través de este proceso de descomposición proveen a la tierra de nutrientes. Pero también puede obtenerse mediante abonos químicos o fertilizantes.

Beneficios. Entre las mayores ventajas del abonado destaca el hecho de que este modifica de manera positiva las propiedades del suelo, físicas, biológicas y químicas. Es el encargado de proporcionar fertilidad a un suelo empobrecido, elevando en gran medida la presencia de micro y macronutrientes, minerales y oligoelementos.

Consejos para abonar el jardín

Las plantas necesitan nutrición para florecer, pero la mejor forma de abonar no es intuitiva. Las necesidades de las plantas son muy diferentes a las nuestras, por lo que es fácil cometer errores o alimentarlas demasiado. Así que a continuación te damos un par de consejos para abonar las plantas y puedan prosperar de la mejor forma.

  • El suelo, como reserva de elementos nutritivos, debe poseer ciertas propiedades para satisfacer todas las necesidades de las plantas durante el período de vegetación. En lo que se refiere a las cualidades físicas, hay que vigilar el desarrollo de las raíces, pues condiciona la facultad de absorción de las plantas. En cuanto a las propiedades químicas, la naturaleza del suelo debe permitir la utilización máxima de los elementos nutritivos.
  • Es preciso encontrar el término medio entre los mínimos, cuando la planta padece carencias y los excesos nocivos a partir de cierto límite.
  • El cultivo de diferentes vegetales en el suelo provoca el empobrecimiento de elementos nutritivos. Se tiene que compensar de alguna manera. El suelo nos indica que elementos se encuentran en cantidades suficientes y cuales no.

Tomando en cuenta esto es que podemos reforzar el suelo con la utilización de abonos orgánicos o abonos minerales.

Abonos Orgánicos. Mejoran la estructura del suelo y lo estabilizan. Tienen un papel regulador en cuanto a la humedad del suelo y aumentan su valor nutritivo.
Se distinguen los abonos orgánicos de origen animal y los orgánicos de origen vegetal.
Los primeros son más adecuados para modificar las propiedades químicas del suelo, mientras que los segundos cambian sobre todo sus propiedades físicas.

En el huerto, los abonos orgánicos pueden resultar herramientas importantísimas para poder aportar nutrientes a la tierra para que sea fértil y, por ende, pueda aumentar la actividad de microorganismos del suelo para que las plantas se desarrollen y crezcan adecuadamente.

Entre los tipos de abonos orgánicos se pueden encontrar los abonos de liberación lenta, los cuales van a generar que los cultivos sean de forma paulatina durante un período largo. Este tipo de abonos aportan sustancias que las plantas requieren para que no existan carencias nutricionales. Se deben mezclar con la tierra para que puedan retener los nutrientes y el agua a la vez que airean y desapelmazan los suelos que son más arcillosos.

Ejemplos abonos orgánicos:

  • Humus de lombriz. Es considerado como uno de los mejores fertilizantes orgánicos. Es un tipo de compost que se obtiene con la ayuda de un proceso digestivo de las lombrices. Para colocarlo se debe mezclar con la tierra. Al tener un pH neutro, está indicado para todo tipo de plantas. Incluso aporta nitrógeno, hormonas y nutrientes, entre otros. Por si fuera poco incrementa la resistencia ante las heladas y mejora las características de terrenos arcillosos y arenosos.
  • Abono verde. Es un tipo de abono que se refiere a sembrar plantas, por lo regular las que no son ricas en nitrógeno, se cortan y añaden a la tierra como si fuera abono. Este abono es muy útil para proteger los suelos erosionados y facilitar el proceso de recuperación de terrenos que han estado sometidos al uso de fertilizantes sintéticos. Además, evitan la aparición de plantas adventicias o espontáneas.
  • Compost. Es el resultado de la descomposición de restos orgánicos como hojas, cáscaras de frutas y hortaliza, ramas, etcétera. El compost ayuda a regenerar la vida microbiana de la tierra, mejorar la textura y composición química del suelo. Puede elaborarse el propio compost.
  • Cenizas. Debe proceder de maderas que no contengan esmalte o pinturas. Resulta ideal para eliminar plagas y enfermedades causadas por hongos. Las cenizas aportan una cantidad significativa de calcio, potasio y magnesio. Siendo útiles para corregir suelos con pH ácidos, gracias a su efecto ligero alcalino.
  • Guano. El guano es el resultado de las deyecciones de aves marinas y de los murciélagos, por lo que es un tipo de estiércol. Cuenta con altos niveles de fósforo, potasio y nitrógeno.
  • Estiércol. Está formado por las heces fermentadas de animales. De ahí que pueda presentar distintos niveles de nutrientes dependiendo del animal del que provenga. El estiércol puede ser de gallina, oveja y caballo, entre otros.
  • Turba. Se genera por la descomposición de restos de vegetales con un alto grado de humedad y poco oxígeno. La turba es esponjosa y fibrosa, la cual ayuda a estimular el crecimiento de las raíces de las plantas, evitar el arrastre de nutrientes, favorecer la absorción de agua y mejorar la estructura de la tierra. Existen dos tipos de turba, la rubia, la cual es apta para algunos cultivos, debido al pH ácido y la turba negra que tiene un pH neutro.

Abonos minerales. Se fabrican industrialmente y por esta razón también se les llama abonos químicos. A diferencia de los orgánicos se distinguen generalmente por una alta concentración de elementos nutritivos.

Cómo abonar las plantas del jardín o terraza

Las plantas requieren una serie de nutrientes para desarrollarse bien, florecer en cantidad y con calidad, dar buenos frutos y resistir sequías y heladas.

Para desarrollarse, las plantas necesitan cantidades importantes de tres macronutrientes primarios: nitrógeno (N), fósforo (P), potasio (K). Y, en pequeña cuantía, macronutrientes secundarios: magnesio, azufre y calcio y micronutrientes como hierro, zinc, cobre, boro, manganeso y molibdeno. Cada uno de estos elementos cumple una función diferente pero complementaria.

En general, las necesidades de nutrientes están determinadas por el tipo de planta, tamaño y ciclo biológico, entre otros parámetros. La disponibilidad de los nutrientes presentes en el sustrato, está relacionado con el pH.

Condicionantes. En general, las necesidades de las plantas están determinadas por el tipo de planta, tamaño y ciclo biológico, entre otros parámetros. La disponibilidad de los nutrientes presentes en el sustrato, por su parte, está relacionada con el pH. Un rango ideal para el cultivo en general está entre un 5,5-6,5, con algunas excepciones.

Sustrato. Es importante que el sustrato cuente con una estructura y textura adecuadas. Por otra parte, no necesita lo mismo una planta que vive en un tiesto que otra que crece en el suelo. La mayoría de los sustratos que se emplean para la plantación y el trasplante llevan incorporados nutrientes, pero solo un período corto. A partir de entonces ya se debe empezar a abonar. La tarea exige atención, ya que tanto la carencia como el exceso tienen consecuencias negativas para las plantas. Es de suma importancia, ajustar las dosis según las recomendaciones del fabricante y suministrarlas en el momento adecuado.

Enmiendas orgánicas. Son materia orgánica de origen vegetal y/o animal más o menos descompuesta. En función del grado de descomposición los nutrientes estarán disponibles antes o después.

  • Cómo aplicar en suelo. Según las necesidades, la enmienda orgánica se puede aplicar en superficie o de fondo, en este caso entrecavando la tierra y revolviéndola con ella. Habitualmente se enmienda el suelo entre octubre y los meses de invierno, aprovechando las labores de labrado, en algunos casos coincide con la poda. Protege las raíces de las heladas. Se realiza una o dos veces al año según la calidad del suelo.
  • Cómo aplicar en tiestos y jardinerasEspolvorear por encima poca cantidad de enmienda orgánica. Si el sustrato ha perdido estructura y textura, lo mejor es renovarlo parcialmente o cambiarlo si la planta admite un trasplante.
  • Cómo aplicar en la plantación de árboles y arbustos. Si se mezcla con la tierra en el momento de plantar un árbol o arbusto en el suelo del jardín, debería representar como mucho entre un 3 o 5 % del volumen.

Granulados. El abono se presenta en gránulos que se esparcen sobre la tierra. Hay de dos tipos: rápidos, que liberan los nutrientes a lo largo de cuatro a seis semanas, y de liberación lenta, que pueden durar de tres a doce meses.

  • Cómo aplicar. Se dispersan sobre la superficie del terreno y se cubren con un poco de sustrato para que la humedad los vaya disolviendo. Aplicar la dosis indicada, especialmente en tiestos y jardineras.

Abono azul. Suele ser un abono granulado complejo de aplicación universal. Algunos, los más tecnológicos, incorporan inhibidores de la nitrificación, lo que conlleva una mayor eficacia y respeto por el medio ambiente.

Solubles. Se presentan en polvo para disolver en el agua de riego. Son una alternativa a los líquidos, pero más potentes, lo cual exige extremar las precauciones con la dosificación, sobre todo si se trata de plantas pequeñas.

Varas y bastones.

Líquidos. De efecto más rápido que los abonos orgánicos y granulados, se aplican en su gran mayoría diluidos en el agua de riego.

  • Cómo aplicar en suelo. Cada 7-20 días según la planta y su ciclo, generalmente desde la primavera hasta el otoño, con una parada estival y en el período de descanso vegetativo invernal.
  • Cómo aplicar en tiestos y jardineras. Es la mejor forma de abonar las plantas de interior o exterior en contenedor, ya que, respetando la dosis, el riesgo de equivocación es menor.

Paso a paso para realizar abonos orgánico líquidos

Los abonos orgánicos líquidos en la jardinería son primordiales, ya que gracias a ellos los cultivos se desarrollan correctamente. Incluso permite generar vegetales orgánicos de calidad, los cuales se pueden cosechar en el jardín o espacio vede.

Aunque hoy en día existen lugares especializados donde se puede adquirir todo lo relacionado con la jardinería. Existen ciertos productos que se pueden realizar en casa como los abonos líquidos. Así que toma nota del paso a paso para que puedas realizar el que mejor se adecue a tus necesidades.

  • Té de hummus de lombrices. Disuelve 2 tazas de hummus de lombriz con ½ cucharada de miel orgánica en 4 litros de agua hasta que se integre por completo. Deja reposar la preparación durante 1 o 2 días. Vierte en una botella con atomizador ½ taza del té con 2 tazas de agua. Enseguida rocía las hojas de las plantas con este fertilizante.
  • Té de estiércol. El estiércol es de los abonos más comunes para jardinería. Para ello, toma una bolsa de estiércol e infusiona con 20 litros de agua. Déjalo madurar al sol durante 30 días. Después puedes usarlo para regar y humedecer las plantas una vez por semana.
  • Té de guano. Para realizar este abono orgánico vierte 1 cucharada de guano de aves marinas en 4 litros de agua y mezcla hasta homogeneizar. Deja reposar durante 24 horas. Al completar este lapso, riega las plantas con esta preparación 2 veces al mes.
  • Té de ortiga. Para prepararlo se requiere de ortiga y el proceso es realmente fácil. Para comenzar coloca la ortiga en un recipiente. La proporción es por 1 kilo de la planta 10 litros de agua. Enseguida mezcla perfectamente para que quede sumergida la ortiga. Tapa y remueve de vez en cuando durante varias semanas. Cuando la mezcla este bien podrida, filtra y utiliza. Se puede emplear, diluyendo una parte de abono líquido en 10 de agua. La materia sólida se puede incorporar al compost.
  • Té de frutas. Este abono requiere de 200g de frutas muy maduras como manzana, melón y plátano. Pica las frutas por separado y colócalas en un balde. Pon una de capa de fruta, luego melaza y otra de fruta hasta terminar. Tapa con una cubierta plástica o madera. Después cubre el balde con un saco de yute o arpillera, dejar reposar una semana hasta que comience a fermentar. Al transcurrir 7 días, destapa, cuela y envasa. Utiliza inmediatamente y conserva en refrigeración.
  • Té de ajo. Para este abono se debe dejar unas cuantas cabezas de ajo en agua durante 24 a 48 horas. Vacía a una olla y lleva al fuego durante 30 minutos. Apaga y deja enfriar. Colocar en rociadores y abona las plantas.
  • Té de cebolla. Este abono precisa el mismo método anterior. Realiza una cocción de las cebollas y al estar frío, lleva a contenedores específicos de riego.

Abonado con carbón

Muchas son las técnicas que se pueden encontrar para abonar el jardín, pero sin duda alguna puede causar cierta curiosidad, ya que pocas veces se hablan de ello, tal es el caso del abonado con carbón.

El carbón o carbón vegetal, el mismo es implementado desde hace cientos de años por indígenas sudamericanos para el abono de la tierra.

El denominado biocar, es estudiado por universidades que señalan que es un abono vegetal de alto contenido en nutrientes y capaz de modificar la composición del suelo haciéndolo más poroso y permeable.

El biocar se consigue de la quema de elementos naturales para constituir carbón, pero de manera controlada manteniendo sus nutrientes y seleccionando cuidadosamente las especies a implementar. Si bien, ya se comercializa queda muchísimo por desarrollar, ya que afirman que su potencialidad aun esta a prueba.

El abono puede considerarse como el factor más importante en las plantas, ya que se trata del elemento esencial para que las especies pueda obtener o sustraer todo lo que necesitan para desarrollarse.

Abonado foliar

El abonado foliar, es un proceso de nutrición complementario a el abonado vía suelo. Así que habría que tener la preocupación en aplicar abonos de suelo que provean otros nutrientes además del común NPK. Este tipo de abonado, es más comúnmente utilizado en agricultura, en producciones como la del arroz, café, soja y naranja, entre otros. Para las plantas ornamentales, aquellas que se utilizan en el paisajismo, el uso restringe a algunas especies de bromelias y orquídeas. De cualquier manera, es imprescindible que realice una consulta detallada con un profesional especializado, el cual podrá indicar la mejor solución para cada caso.

Ventajas del abonado foliar

  • Los nutrientes aplicados vía foliar, son rápidamente absorbidos por las hojas de las plantas, corrigiendo las deficiencias o evitando que las mismas se manifiesten.
  • Las plantas absorben casi el 90% del abono. El abono colocado en el sustrato, pierde cerca de 50% de su eficiencia. Minutos después de la aplicación del abono, completa una primera fase de absorción y en el correr de algunas horas llega a las raíces.
  • Aumenta el aprovechamiento de los abonos colocados en el suelo, principalmente el NPK, pues las plantas tendrán mejor capacidad de absorción.
  • Se puede aplicar el nutriente específico en la fase en que la planta presenta mayor demanda, esto es, en los momentos mas críticos.
  • Estimula el metabolismo vegetal debido a la rápida absorción y utilización de los nutrientes, lo que proporciona estímulo en la formación de aminoácidos, proteínas, clorofila, etc.
  • En la aplicación de las soluciones para este fin, es importante observar el PH (acidez/alcalinidad), pues las plantas solo absorben los nutrientes en una estrecha franja de PH y esos valores pueden variar entre ciertos límites de acuerdo con cada especie vegetal.

Como solemos afirmar la jardinería no es magia, es un arte, el crear y sustentar vida con nuestras propias manos, regalo que heredados y mantenemos vivo en base al esfuerzo y amor por el trabajo que realizamos. Así que s estás pensando en utilizar un abono para plantas, seguramente con esta guía practica podrás hacerlo fácilmente. De igual forma, convendría saber todo sobre el guano de murciélago, abono ecológico de gran valor.

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