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Hura crepitans también conocido como Ceiba amarilla, Jabillo, Havilla, Solimán, Salvadera, Árbol del diablo u Ochoó. Pertenece a la familia de las Euforbiáceas y es originario de los trópicos americanos.
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Características del Hura crepitans
Árbol perennifolio que puede llegar a alcanzar una altura de 60 m. El tronco es recto con raíces superficiales y de grandes costillas que permiten anclarse al suelo. La corteza está cubierta de espinas.
Las hojas son grandes, simples con el peciolo largo, el limbo en forma de corazón, de nerviación marcada, con borde aserrado y de un color verde brillante.
Las flores femeninas son solitarias, de color rojo. Mientras que las masculinas son de color rojo, sin pétalos y dispuestas en racimos.
El fruto es una cápsula dehiscente que al llegar la madurez se abre de forma explosiva para dispersar las semillas a grandes distancias. Las semillas son redondas de unos 2 cm.
Cuidados del Hura crepitans
Es una especie que se usa como ornamental por las hojas y las flores que decoran el árbol.
Requiere de una exposición en semisombra, aunque puede soportar el sol directo.
Le va muy bien cualquier tipo de suelo, siempre y cuando estén bien drenados para mantenerlo húmedo. Cabe mencionar que es sensible al frío.
Es un árbol que tiene una alta resistencia al ataque de hongos. Pero es muy susceptible al daño por termitas de madera seca y a la mancha azul.
Se propaga por medio de semillas, en el cual se aplican tratamientos pregerminativos. Aunque también se puede colocar la semillas en agua durante 12 horas antes de sembrarse.
Usos
Al ser una euforbiácea, su látex es tóxico así como sus semillas (estas últimas solo se pueden ingerir tostadas o en polvo diluido en agua o zumos). Se empleó contra la lepra y purgante, pero en dosis muy bajas.
Se usa para la pesca, ya que atonta a los peces y para contrarrestar las mordeduras de serpientes. Sin embargo, antes se colocaba en la punta de las flechas para cazar.
La madera se usa para la carpintería y la ebanistería.
El aceite de la semilla parece ser bueno para fabricar jabones industriales, barnices y linóleo.
Precauciones
La savia es cáustica y venenosa, lo que irrita la piel y puede causar ceguera temporal,
El aserrín también es irritante, por lo que se requiere del uso de protección para poder trabajarlo.
Imágenes cortesía de: Tatters,Tanaka Juuyoh