Las plantas emplean la luz del sol para elaborar azúcares similares a la glucosa, que luego, se convertirán en los elementos químicos que precisan para un correcto crecimiento. La coloración verde de sus hojas, la cual llamamos clorofila, absorbe la energía solar y esta es usada, posteriormente, para combinar el dióxido de carbono del aire con el agua para crear azúcares; este proceso, se denomina fotosíntesis.
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A su vez, las plantas despiden el oxígeno mediante sus hojas y los azúcares son utilizados para crear nuevos tejidos. Durante la noche, las plantas dejan de elaborar azúcares y absorben el oxígeno del aire que la rodea, transformando los azúcares almacenados en energía para crecer saludables y vigorosas.
Sin mucha luz, la cantidad de la clorofila que hay en las hojas disminuye, de modo que la planta no podrá producir la glucosa que precisa para desarrollarse bien y, en consecuencia, se debilitará, presentando hojas descoloridas y tallos débiles.
Alternativas a la luz del sol
Si vives en un lugar muy oscuro, no desesperes pensando que solamente podrás cultivar Hiedra; utiliza la luz artificial para avivar tus plantas y crear una excelente decoración interior.
Las bombillas comunes no emitirán la suficiente luz en las zonas rojizas y anaranjadas del espectro que permita que las plantas se desarrollen adecuadamente, de modo que tendrás que conseguir bombillas especiales para ello y que se puedan fijar en un portalámparas común y corriente.
Estas bombillas se deben mantener cerca de las plantas, dentro de un radio de 90 cm y permanecer encendidas durante 8-12 horas por día para ser efectivas en un sitio sombrío en el centro de la habitación.
Por otra parte, la luz fluorescente es la mejor forma de luz artificial para que crezcan vigorosas plantas. Los tubos fluorescentes deben instalarse en parejas sobre estanterías, glorietas o rincones y han de colocarse a 45-60 cm por encima de las plantas, de manera que la luz caiga directamente sobre ellas. Selecciona todos blancos de 40 w y emplea una campana para dirigir y difundir la luz hacia abajo.
Los difusores se pueden usar para ocultar los tubos, aunque reducirá la intensidad de la luz. Otra forma de suministrarles iluminación artificial a tus plantas es conseguir un aquarium para peces, provisto de un tubo fluorescente incorporado y de una cubierta. Este recipiente lo puedes emplear como terrario para aquellas plantas que precisen un cuidado especial.
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Ahora que ya sabes cómo usan las plantas la luz del sol y cómo hacer uso de la luz artificial, espero que puedas tener unas plantas saludables y potentes.
No me ayudaron para nada