Contenido del artículo
Si deseas tener infinidad de plantas en tu jardín, una forma económica de hacerlo es desarrollándolas a partir de semillas. Aunque no se trata de la forma más rápida, seguramente podrás ahorrar mucho dinero. Ya sea que se trate de plantas con flores, frutas o vegetales, el proceso de cultivo mediante semillas es similar. No obstante, hay algunos factores que debes tener en cuenta.
Quizás también te pueda interesar: Cómo hacer semilleros biodegradables paso a paso
Proceso de germinación de la semilla
Cuando hablamos del proceso de germinación de la semilla, nos referimos al proceso que esta pasa desde su etapa durmiente hasta el momento en el que se activa e inicia su desarrollo. Bajo este proceso tus semillas lograrán desarrollar plantas que no podrán trasplantarse inmediatamente. Por tanto este transcurso es crítico para el crecimiento y desarrollo de las plantas.
Por otra parte, es importante que escojas semillas de buena calidad y, que, por supuesto, las plantas que deseas ver crecer en tu jardín se adapten a la zona climática donde vives. Pues, cabe destacar, que si las plantas elegidas no son para la zona de clima en donde estás, probablemente cuando sea el momento de llevarlas a tu jardín, estas no sobrevivan el trasplante. Lee las etiquetas detalladamente e infórmate de lo que estás adquiriendo.
Si en el paquete de semillas tiene escrito híbridos, esto quiere decir que las semillas han sido manipuladas por el hombre para crear diversas especies de una misma planta.
Consideraciones a tener en cuenta para plantar a partir de semillas
Para cultivar plantas a partir de semillas, es importante que las semillas posean una hidratación constante, oxígeno, temperatura y buena luz. Lo aconsejable es iniciar el proceso de germinación en el interior del hogar, dado que el exceso de frío o sol puede matar a las semillas. Procura un sitio con buena luz y a una temperatura de entre 18° y 26 °C.
Cuando tengas las semillas en la mano, puedes colocarlas en un semillero haciendo uso de una mezcla para siembra, o bien, ablandar el terreno y envolverlas en una servilleta de papel húmeda hasta que comiencen a echar las primeras raíces. Cuando lo hagan, esparce las semillas dentro del papel dejando una distancia entre cada una de ellas y dobla por la mitad. Pon la servilleta dentro de una bolsa plástica para crear humedad.
Una vez que la mezcla de semillas haya germinado, será momento trasplantarlas en semillero con una mezcla para siembra. Realiza un agujero con un lápiz en la tierra que quede a la mitad de la profundidad del recipiente y entierra las semillas teniendo en cuenta que estas no deben quedar ni muy profundas ni tampoco en la superficie. Hecha solamente una semilla por hoyo y cubre con la mezcla para siembra. Utiliza un atomizador para hidratar el terreno y cuando tus plantas puedan ser manipuladas, pásalas al jardín con tierra fértil.
Te recomendamos leer: Árboles frutales que se pueden obtener a partir de semillas o huesos
Como podrás ver cultivar plantas a partir de semillas no es para nada difícil, por lo que te sorprenderá la gran cantidad de plantas y flores que puedes hacer crecer en tu jardín.